El gas natural comprimido (GNC) ha venido para quedarse. Las previsiones auguran que su uso en vehículos crecerá rápidamente en los próximos años, en buena medida para alcanzar los objetivos de emisiones fijados por la Unión Europea. En este sentido, Andrew Shepherd, experto de GNC en SEAT, explica que los coches que funcionan con gas natural comprimido “ofrecen emisiones muy bajas de CO2 y óxidos de nitrógeno, comparado con otros combustibles más convencionales”.
Las ventajas para el medio ambiente no son las únicas. También los bolsillos van a beneficiarse de la implantación de esta nueva tecnología gracias “a sus reducidos consumos”, según el mismo Shepherd. Un ejemplo: recorrer los 600 kilómetros que separan Barcelona y Madrid cuesta apenas 20 euros. Y es que los vehículos que utilizan GNC tienen entre un 30% y un 50% de coste menor que un diesel, y un 50%-60% menos que un gasolina.
Hoy por hoy, los vehículos con GNC combinan este combustible con la gasolina. SEAT ha desarrollado tres modelos que incorporan este doble depósito: el León TGI, el León ST TGI y el Mii Ecofuel, que son igual de seguros que un coche propulsado por combustibles tradicionales. “Son vehículos que salen de la línea de montaje en Martorell y cumplen con los mismos estándares de calidad, desarrollo y garantía que cualquier otro modelo de nuestra gama”, explica Shepherd.
La Unión Europea cuenta con cerca de dos millones de vehículos con GNC: Italia es el principal mercado europeo para este combustible mientras que en España hay actualmente 4.000 unidades, una cifra susceptible de aumentar en un futuro con la implantación de una mayor red de puntos de repostaje, lo que ayudará a estimular la venta de este tipo de vehículos. De hecho, una recién directiva europea plantea “que haya una estación de carga cada 150 kilómetros y que las principales ciudades dispongan de infraestructura suficiente”, según explica José Ramón Freire, director de soluciones de movilidad de Gas Natural Fenosa. “Nuestra compañía desde hace años tiene ya estaciones de carga de gas comprimido en las principales ciudades”. Y añade: “En los últimos años estamos desarrollando estaciones en los principales corredores, radiales y vías de comunicación que hay en la Península Ibérica”. El objetivo final no es otro que crear una red de abastecimiento suficientemente extensa para incentivar, definitivamente, la expansión de este tipo de vehículos.