Victoria Blázquez es una de las 1.600 mujeres que trabaja en las líneas de montaje de la fábrica de Martorell, lo que supone un 22% del total de empleados, un porcentaje muy superior al resto del sector del automóvil, que se reduce al 11% del total. Empezó su andadura en SEAT como operaria y, tras su empeño y dedicación, es actualmente supervisora de línea en el taller de montaje, uno de los cargos de responsabilidad que existe en esta área y tradicionalmente dominado por hombres.
Para Victoria o Vicky, como la conoce todo el mundo en la fábrica, “no hay ningún tipo de distinción entre un hombre o una mujer” en la línea de montaje. “Yo me siento una más y perfectamente integrada con los compañeros”, explica. “Cuando empecé como operaria pensaba que iba a seguir trabajando en este puesto por mucho tiempo, pero después mi meta fue ser supervisora”, recuerda Victoria, en un momento en el que solo había dos mujeres ocupando este cargo.
Victoria cree que el sector del automóvil no tiene por qué estar asociado a hombres, y que poco a poco la mujer va introduciéndose con normalidad. De hecho, Martorell es la fábrica española en la que trabajan más operarias. “Como se puede ver, aquí hay muchas mujeres”, dice señalando algunas de las líneas donde hay operarias trabajando. Además, considera que las mujeres pueden aportar mucho, como “el orden y la pasión por el detalle”, algo que emplea en su día a día. “Mi función como supervisora consiste en velar por la calidad, ver cómo se monta cada pieza y que quede perfecta”, explica.
Victoria cree que el sector del automóvil no tiene por qué estar asociado a hombres, y que poco a poco la mujer va introduciéndose con normalidad. De hecho, Martorell es la fábrica española en la que trabajan más operarias. “Como se puede ver, aquí hay muchas mujeres”, dice señalando algunas de las líneas donde hay operarias trabajando. Además, considera que las mujeres pueden aportar mucho, como “el orden y la pasión por el detalle”, algo que emplea en su día a día. “Mi función como supervisora consiste en velar por la calidad, ver cómo se monta cada pieza y que quede perfecta”, explica.
Actualmente se está formando para ocupar un puesto de RTF (responsable de tramo final), el cargo más elevado en la línea de producción. “Me gusta estar cerca del coche, nunca me hubiera imaginado que podría formarme para conseguir este puesto. Han puesto confianza en mí y espero lograrlo”, afirma ilusionada.