¿Quién no ha jugado en su infancia con un mecano? “Era emocionante abrir la caja y encontrar un montón de piezas metálicas con las que empezar a jugar a construir”, recuerda Jesús De la Torre, responsable del Electronic Tuning and Verification Centre en el Centro de Prototipos de Desarrollo de SEAT S.A. Una emoción que sigue viviendo cada vez que su equipo abre las cajas con centenares de elementos que utilizan para crear un nuevo simulador, muy parecidos al juguete de piezas metálicas de construcción, pero a gran escala. La diferencia es que, en este caso, no se trata de ningún juego. “Con él, tenemos la gran responsabilidad de testear la comunicación entre centralitas con el máximo número de medios productivos de un nuevo modelo. De ella dependerá su calidad”, asegura.
350 piezas y 1.500 cables. Sobre una estructura metálica con la forma simplificada de un automóvil, el equipo dedica más de dos meses a montar una a una las 350 centralitas que, aproximadamente, tiene un modelo como el SEAT León. “Excepto el motor físico, la caja de cambios y los elementos de alto voltaje, montamos todos los componentes eléctricos y electrónicos”, explica De la Torre. Son necesarios más de 1.500 cables para configurar y conectar entre sí desde el cuadro de instrumentos y los faros hasta los sensores y las antenas de telefonía, y de apertura y cierre del coche.