“Esperamos que Seat nos dé alegrías”, recalcó Winterkorn, lo que parece indicar que la exigencia del grupo alemán sobre su filial española no se relajará por mucho que el contexto que atraviesa el mercado nacional (donde Seat concentra un 60% de sus ventas) no acompañe.
Su esperanza, por tanto, pasa por una mejora significa de las ventas en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal, donde ha reforzado su estrategia de reposicionamiento en los últimos meses; además de las buenas noticias (aunque todavía es pronto) que puedan llegar desde China. El vuelco dado por Seat a su ritmo de ventas desde 2009 debe trasladarse ahora a sus cuentas para que el éxito sea completo