Cada día salen más de 2.000 coches de la fábrica de SEAT en Martorell con un cliente que lo está esperando. “El proceso de fabricación de un vehículo es complejo, pero también lo es toda la logística que se inicia cuando sale de la línea de montaje para poder entregarlo a destino final”, explica Alberto Rama, supervisor de las campas de Martorell.
Con el móvil en mano y las hojas de expedición, Alberto va moviéndose de un lado a otro para asegurar que el entramado que supone tal volumen de coches está bien coordinado con los diferentes tipos de transporte. No puede haber ningún error porque sino “un cliente podría recibir el coche más tarde de lo esperado”, advierte.




