Desde 2017 contamos en la gama SEAT con la quinta generación de este popular modelo que ha vendio más de 5 millones de unidades, y si algo podemos destacar del lanzamiento de la última generación ha sido la conectividad, el confort y el espacio así como la seguridad.
Pero ya hace más de 3 años desde su lanzamiento, y aunque en su momento fué referencia, lo cierto es que los modelos de la competencia han llegado muy fuertes, ofreciendo incluso equipamientos y opcionales que ni siquiera en el Ibiza están disponibles como opción.
La segunda parte del ciclo de vida útil del Ibiza deberá mejorar en muchas cosas (igual que el Arona). Lo primero serán los cambios estéticos para asemejarlo al resto de la gama SEAT, con las nuevas parrillas al estilo León y Tarraco, y bajos de paragolpes con mayor similitud al resto de la gama.
Lo cierto, es que como bien dicen nuestros compañeros de motor.es, quién nos ha cedido la imagen de portada de la entrada, los cambios serán mínimos y por supuesto inviertirán poco dinero en él, pues es un segmento que está sufriendo mucho el tema de emisiones, en relación al precio de venta, pues los precios de este segmento, son probablemente los que más variación han sufrido, y no interesa cargarlos más.
En un primer intento, los cambios harán referencia a faros, parrilla, zona baja de paragolpes, y antinieblas. La parte lateral permanecerá intacta, mientras que en la trasera esperamos solo, y siendo agresivos, la parte baja del paragolpes, o como mucho la tipografía del modelo, que será tipo mano alzada. Podremos encontrar algún color nuevo, que esta muy soso en este aspecto
El interior es lo que más creemos que le hace falta un cambio. Materiales con mayor sensación de calidad, y algún detalle blando en las zonas superiores le haría ganar enteros, así como tapizar las puertas de los acabados de gama media, que al fin y al cabo, son las más vendidas. Reposicionar la pantalla también sería un buen datalle, aunque el sistema de infoentretenimiento se verá beneficiado de la nueva interfaz del León... puestos a cambiar el diseño, no costaría mucho este punto de subir la pantalla, más aún teniendo en cuenta que el Arona se beneficia por igual, y también sufre mucho los lanzamientos de la competencia en el último año.
En el apartado de seguridad, debería incluir de serie el asistente de carril, y quizás permitir como extra añadir el detector de angulo muerto que ya se permite montar en el Arona a partir del acabado Style de serie. Detalles de confort como el freno de mano eléctrico quizás se puedan incorporar, aunque sea como un extra, aunque es más probable que esto lo guarden para la sexta generación.
En el plano mecánico, se espera que las mecánicas diésel desaparezcan de la gama, se mantengas la de gasolina, incluyendo el nuevo 1.5 TSi de 150cv. ¿un nuevo 130cv? puede ser... ¿Microhibridación? No lo sabemos, pero no parece que vaya a ser el caso.
Necesitamos que el cliente siga percibiendo al Ibiza como referencia, un modelo de calidad percibida, como ocurre en el resto de la gama, y apenas incrementando su precio, el Ibiza debe de volver a la parte alta de la tabla de ventas.