Ni CO2 ni partículas contaminantes en la atmósfera. La sostenibilidad puede ser la razón principal para conducir un coche 100% eléctrico, pero ni mucho menos la única. Además de los beneficios para el planeta, hay también otros para el conductor. “Ponerse al volante de un eléctrico en las grandes ciudades supone un gran ahorro de tiempo y de dinero”, asegura Carlos de Luis, responsable de movilidad eléctrica en Relaciones Institucionales del Grupo Volkswagen. Lo comprobamos en Madrid, a bordo del SEAT Mii electric.
1. Adiós atascos. Poder esquivar las habituales retenciones es uno de los incentivos con los que cada vez más ayuntamientos premian a los usuarios del coche eléctrico. En muchas ciudades europeas se les permite circular por el carril bus. Un caso realmente notorio es el de Madrid, donde se puede ir por un carril especialmente reservado para vehículos que vayan llenos o para híbridos y eléctricos, aunque circulen con un solo ocupante. “Viviendo en las afueras, gracias a esta medida, te ahorras unos 30 minutos al día al ir y volver del trabajo. Para muchos usuarios es la razón fundamental por la que han optado por un eléctrico” , explica de Luis.




