Son las 9 de la mañana y nos encontramos con Miguel Ángel en su casa de Navarcles para conocer de primera mano el vínculo que le une con su deporte preferido, la vela, y ver la relación tan especial que mantiene con su SEAT Alhambra. Al llegar, Miguel Ángel está ocupado cargando en el coche todo el material que necesita para navegar: traje, velas y también la silla de ruedas. Miguel Ángel sufrió hace años una lesión medular que le impide caminar.
Micky ha apostado por una vida activa en la que el deporte juega un papel determinante como vía de superación física y mental. Cuando empezó en el mundo de la navegación lo hizo de manera casual, pero al probarlo “todo cambió”. Para llevar a cabo su gran pasión, Micky utiliza su coche, al que define como una herramienta de libertad e independencia necesaria: “Tanto la silla como el coche son las dos herramientas que utilizo para la movilidad que me falta. En trayectos cortos utilizo la silla y es como una parte de mí y cuando me subo al coche, éste se convierte en mis piernas”, dice mientras sube al vehículo para salir hacia el Club Náutico de la Escala donde está vinculado hace años.