Mucha gente nos ha preguntado sobre el "agujero" que el nuevo SEAT León llevaba en el parachoques frontal. Hace unos días, ya os adelantamos que ese hueco, contiene un radar que se sitúa en este lado del vehículo presisamente para el uso y funcionalidad del sistema ACC (Del que ya hablamos) y DCC.
¿Deportivo, confortable o simplemente normal? El control de chasis adaptativo es el sistema que permite combinar la conducción deportiva con un gran confort para el conductor. Este innovador sistema asegura que la suspensión esté constantemente adaptándose para ajustarse a las características de conducción y al estado de la carretera. El conductor tiene la posibilidad de elegir entre tres opciones con solo tocar un botón: Sport, Normal o Confort... o incluso modo Cupra, que enfatiza aún más si cabe una conducción deportiva.
Lo que se hace al seleccionar uno u otro programa es actuar sobre unas electroválvulas que existen en los amortiguadores, modificando el paso del fluido que circula por su interior y, por tanto, la dureza de los mismos.
Estos sistemas se han visto desplazados por otros más eficaces en los que las electroválvulas que modifican la dureza de los amortiguadores pasan a estar controladas por una centralita electrónica, por lo que el tarado del amortiguador ya no se mantiene fijo según el programa de funcionamiento elegido, sino que puede variar de forma continua en función de los datos que recibe la centralita de una serie de sensores que permiten elegir la dureza de la suspensión adecuada en función del estado del firme o del tipo de conducción.
El sistema también puede influir en la dureza, si por ejemplo damos un fuerte volantazo. En ese caso, la suspensión se endurecerá automáticamente para ofrecer mayores prestaciones. Además la dirección también es controlada por el sistema, para ofrecer una conducción más dinámica.