Seat ultima el relevo de James Muir como presidente del comité de dirección de la compañía, cargo que asumió en septiembre del 2009. Muir será sustituido por un ejecutivo alemán, según explican fuentes del sector, que señalan que el cambio se anunciará este mismo mes.
Un portavoz de la compañía calificó de "rumor" el relevo. Y Matías Carnero, presidente del comité de empresa, señaló que "ciertamente el rumor circula, aunque ni el comité ni ningún sindicato ha obtenido información de la compañía al respecto".
Sin embargo, otras fuentes cercanas a la empresa señalan que la decisión está tomada y ya sólo queda comunicarla. Muir deja la presidencia sin haber conseguido alcanzar los objetivos de rentabilidad que se fijó al llegar, si bien es cierto que ha tenido que gestionar la compañía bajo la presión de una caída sin precedentes del mercado automovilístico español, donde Seat realiza una tercera parte de sus ventas. Hace sólo tres semanas admitía su "decepción" por no haber conseguido todavía sacar a la empresa de pérdidas. Otro reto que queda pendiente es recuperar el liderazgo en el mercado español.
En el capítulo industrial, Muir deja un balance positivo, pues pese a la crisis se han creado 1.000 empleos. Eso ha sido posible gracias a la fabricación del Q3 para Audi, un proyecto que Muir heredó de su predecesor Erich Schmidt. Ahora, está sobre la mesa otro proyecto muy ambicioso: la posible adjudicación de un SUV, un todoterreno urbano con el que la planta de Martorell podría llegar a la plena capacidad: unas 500.000 unidades, frente a las 377.000 del 2012.
James Muir (galés, de 53 años) ha sido el primer presidente que tiene contrato con Seat y no con el grupo Volkswagen, tal como él mismo remarcaba al asumir
el puesto hace ahora algo más de tres años y medio. Llegó procedente de Mazda y con un perfil marcadamente comercial, después de un Erich Schmidt más volcado en los procesos productivos. La marcha de Muir abre de nuevo una fase de incertidumbre en Seat, pues está por ver si el nuevo presidente continuará con el mismo enfoque. Entre otras cosas, existe la incógnita de si se continuará apostando por la apertura de nuevos mercados fuera de Europa, para hacer de Seat una marca más global como lo es la checa Skoda. Bajo la batuta de Muir, Seat ha entrado en China, en Rusia y en el norte de África.
Otra de las incógnitas es cómo se planteará el nuevo presidente las relaciones con los sindicatos. Este ha sido otro de los elementos diferenciales de Muir, que ha conseguido firmar ajustes de plantilla y de costes con todos los sindicatos, incluida la CGT.
El relevo se produce en la presidencia del comité ejecutivo, que vendría a ser en realidad el puesto de consejero delegado, Como presidente del consejo de administración está Francisco García Sanz, también vicepresidente del grupo VW.
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