Si en algo hemos coincido tanto fans, como muchos de los potenciales clientes con los que me he encontrado en el concesionario donde trabajo desde hace muy poco, es que el interior del Ibiza dejaba mucho por desear.
¿Simplicidad? Es posible, pero siempre con una calidad de materiales a mi parecer bastante dignos, algo que muchos de estos compradores no valoraba, y es que si de algo me estoy dando cuenta, es que vende más la imagen que la calidad.