El punto de encuentro de los vientos, ese es el nombre por el que conocen los habitantes de Mallorca el Cabo de Formentor, el punto más al norte de la isla. Una espectacular carretera de costa, con acantilados de hasta 300 metros de altura, es el camino para llegar hasta el faro que lo corona. Por primera vez, el CUPRA Formentor, rueda por el cabo que sirvió de inspiración para su diseño.
Un escultor llamado viento: Los vientos y las olas moldean día a día los escarpados acantilados del Cabo de Formentor. Esta naturaleza cambiante inspiró a Alberto Torrecillas, diseñador de exteriores de CUPRA, para crear su silueta aerodinámica: “El viento esculpe las rocas, lo que me me sirvió para inspirarme en el diseño de las líneas de tensión, en las que se aprecia el dinamismo y la sensación de movimiento, incluso cuando el coche está parado”.




