Sabemos que hay vehículos que funcionan con petróleo, electricidad y gas. Ahora, hay que añadir una nueva forma de mover motores, y comienza en nuestra propia basura. Este es el objetivo del proyecto Life Methamorphosis: conseguir biometano a partir de residuos orgánicos. Así es como, en cinco pasos, nuestros desperdicios orgánicos se convierten en gas renovable.
1. Reciclar. Cada habitante de la ciudad de Barcelona genera unos 1,5 kilos de residuos al día. 2,5 millones diarios de kilos de basura de la que tan solo se recicla el 40%. “Con toda la basura orgánica que se genera podemos producir biometano suficiente para mover 10.000 coches unos 15.000 kilómetros cada año”, señala Andrew Shepherd, ingeniero de SEAT responsable del proyecto Methamorphosis. De toda la basura que se recoge en el Ecoparc 2 de Barcelona, para producir el biometano se selecciona la que proviene de los contenedores marrones de residuos orgánicos y lo aprovechable de los contenedores grises. Ésta será la materia prima que se convertirá en biocombustible.





