El fenómeno automovilístico de los 90 es, sin duda, el auge del Diésel. Aunque desde hace más de 20 años los expertos en automoción vienen insistiendo en que el coche ideal para las características europeas es un coche diésel la gente no acaba de convencerse. Durante años los diésel han sido más caros, lentos y ruidosos, cosa que los llevo solo al uso por profesionales del trasporte.
A principios de los 90 los desarrollos tecnológicos alrededor del diésel comenzaron a ver la luz, centrados principalmente en los sistemas de inyección y culminaron con la aparición del TDI de VAG. Este motor permitió la escalada en ventas del diésel en Europa.
El TDI triunfo, la evolución de matriculaciones respecto a los gasolina desde 1992 hasta el 2000 las ventas del diésel incrementaron un 36.5% mientras que las ventas de los gasolina descendieron desde un 83.4% hasta el 46.9%, En 2005 se matricularon un 71% de vehículos diésel, y un 29% de vehículos gasolina y ha seguido creciendo hasta día de hoy.