"Los padres" del SEAT Ibiza por primera vez juntos.


“Fue un proceso largo y complejo”, recuerda Giorgetto Giugiario, creador del primer SEAT Ibiza en 1984 y que acabó siendo el modelo más carismático y vendido de la compañía. Con los bocetos y compás en mano, el diseñador italiano rememora aquellos años cuyo objetivo era ser líder en el segmento desarrollando “un producto diferencial, nunca antes creado por la marca”. ¿El motivo del éxito? “Las proporciones del coche, la simplicidad de su arquitectura y su aspecto elegante y deportivo a la vez”, opina Giugiaro. 

El SEAT Ibiza fue para la compañía el primer paso hacia la producción de sus propios modelos, por lo que el diseño del vehículo buscaba “una personalidad” que se pudiera aplicar en los futuros proyectos, cuenta Giugiaro. Sin perder la esencia del primero, la segunda generación del Ibiza, que también firma este diseñador, se aprovecha del desarrollo tecnológico del momento e incorpora “formas más redondeadas”.


Dieciocho años después del primero, en el 2002, nació la tercera generación del Ibiza, de la mano del actual director de Diseño del Grupo Volkswagen, el italiano Walter de Silva. Este diseñador, que introdujo una estética más atractiva y marcada por la agilidad, no duda en afirmar que el Ibiza “representa el corazón de la marca”. Cada generación es el resultado de “un diseño progresivo” y considera que el Ibiza responde “al deseo de muchos jóvenes de tener un coche deportivo y funcional a la vez”.

En la misma línea se expresa Luc Donckerwolke, que lanzó en el 2008 la cuarta generación del coche. El que fuera el director de Diseño de SEAT en aquella época cree que el éxito de este coche se centra en los valores a los que “todos los jóvenes quieren identificarse”. El modelo logra “el justo equilibrio” entre el diseño y esos valores de ser “rebelde, innovador y dinámico” propios de los jóvenes, añade.


Precisamente joven, con 18 años, era el actual director de Diseño de SEAT, Alejandro Mesonero-Romanos, cuando tuvo su primer coche: un SEAT Ibiza. “En aquella época empezaba a estudiar diseño y para mí el Ibiza era sinónimo de modernidad. Un coche diseñado por Giugiaro, con un motor desarrollado por Porsche y producido en mi ciudad favorita, Barcelona, era algo que me cautivó inmediatamente”, explica el diseñador.


El destino le ha llevado a diseñar una edición especial del Ibiza por su 30 aniversario, lanzado este verano. Para ello, ha escogido un modelo de tres puertas y el color gris Balea, un tono “sofisticado y que, para aumentar su deportividad, hemos combinado con el negro en las ruedas así como en las costuras y diferentes elementos del interior”, explica. Mesonero-Romanos considera que el secreto del éxito de este coche “está en su propio ADN: tiene cierto nivel de deportividad sin ser necesariamente agresivo”. Un coche que tiene presencia, carácter. Para este diseñador, el Ibiza es para alguien “que no quiere renunciar a la funcionalidad pero para el que la imagen y diseño son aspectos de primer orden”.


Son estos cuatro diseñadores los padres del SEAT Ibiza y que se unen ahora para felicitarlo en su 30 aniversario. “Pocas compañías automovilísticas pueden mirar atrás y celebrar una historia tan larga” de un coche, apunta de Silva. “Es una alegría felicitar un producto que cumple 30 años”, añade enternecido Giugiario. Su criatura ya es mayor.