El 25 de julio de 1992 millones de personas fijaron la mirada en Barcelona. Arrancaban los Juegos Olímpicos y competían más de 12.000 atletas. La ciudad condal, con 30.000 voluntarios formados por SEAT, se volcó en acoger a la numerosa familia olímpica. Fue todo un reto logístico, en el que cada día deportistas, organizadores y periodistas se trasladaban en una flota de 2.000 coches de la compañía. Y entre ellos, el modelo más icónico de la marca, el SEAT Ibiza, fue elegido el coche oficial de los Juegos. Estas son algunas curiosidades de aquellos modelos con espíritu olímpico.
-El Ibiza olímpico: Una serie especial del Ibiza blanco, personalizado con los anillos olímpicos y el logo de Barcelona’92 se convirtió en coche oficial de los Juegos. El modelo olímpico forma parte de la historia del SEAT Ibiza, actualmente el icono de la marca y que en su quinta generación lleva más de 5,4 millones de unidades vendidas.


